Playa de la Victoria

Cadiz, España

Playa de la Victoria

Este fin de semana fue la primera vez que viaje fuera de Sevilla.  Mis amigas y yo nos fuimos a la ciudad de Cadiz.  Duramos dos horas para llegar a Cadiz pero valió la pena porque la ciudad y la playa son bien hermosas.  Cuando llegamos, compramos un boleto para subir en un autobús turístico que nos llevó por toda la ciudad explicando los lugares importantes de la ciudad.  La excursión duró como una hora, y durante la excursión estábamos decidiendo en cual playa queríamos pasar nuestro tiempo.  Hay tres playas, la primera playa se llama La Playa de Caleta, la otra playa es La Playa Santa Maria, y Playa de La Victoria.  Al fin decidimos ir a la Playa de La Victoria porque en nuestra opinión esta playa se nos hizo la mas hermosa.  Antes que nos fuimos a la playa teníamos que bajar el autobús y coger otro autobús.  Al momento de bajarme del autobús, no me di cuenta que mis tarjetas de memoria se cayeron en el autobús.  Cuando me senté en el otro autobús fue cuando me di cuenta que se me había caído y no lo podía creer.  Entonces fui hablar con el chofer y le pregunte si le podía hablar al otro chofer para ver si los podia buscar.  Gracias a Dios el chofer aunque sea encontró una memoria.  Decidí regresar por la memoria y no me baje con Beatriz o Grace a la playa, me quede en el autobús con Ruth para ir a recoger mi tarjeta de memoria.  Cuando me entregaron mi tarjeta, Ruth y yo nos dimos cuenta que Grace no nos había dado nuestro boleto del autobús entonces nos dijeron que no podemos coger el autobús de regreso a la playa.  Lamentablemente tuvimos que caminar por alrededor de una hora a la playa.  No podíamos creer que no nos dejaron ir en el autobús, cuando la señora específicamente nos miro bajar del autobús.  Entonces empezamos a caminar y en cuanto llegamos a la playa nos metimos y no podíamos creer que rica la agua se sentía.  La playa es lo opuesto a las playas de Oregon y eso me encanto mucho.  Estuvimos un buen rato en la playa mojándonos y bronceándonos.

Cuando cogimos el tren de regreso estaba muy cansada pero no me quería dormir porque no quería que se nos pasara nuestra parada en Santa Justa Sevilla, entonces me la pase escuchando música y hablando con Ruth.  El tiempo pasó rápido y cuando bajamos del tren no sabíamos exactamente donde teníamos que esperar para coger el autobús para llegar a casa y estuvimos un buen rato esperando en la parada incorrecta.  Pero luego encontramos donde teníamos que esperar y no esperamos mucho tiempo porque el autobús llego rápido.  Una cosa que no me gusto fue que el chofer del autobús estaba manejando rápido y cuando estaba esperando que la luz se pusiera verde, la gente estaba caminando cuando su privilegio de caminar ya se había terminado y el chofer se enojó,  les empezó a pitar y le hacía parecer como que iba a atropellarlos.  Esto me espanto mucho!  Pero un poco tiempo después, llegamos a nuestra parada y nos bajamos de inmediatamente.  Este día estaba lleno de aventuras y no será inolvidable.